Cappuccino: historia, origen y preparación
Historia del cappuccino
El café capuchino (cappuccino) es una bebida de café originaria de Italia. Se cree que su nombre proviene de la orden religiosa de los frailes capuchinos, quienes vestían túnicas marrones con capuchas de color blanco. La leyenda cuenta que uno de estos frailes, Marco d’Aviano, fue quien inventó la bebida en el siglo XVII.
El capuchino procede de la bebida de café “Kapuziner” que nació por primera oportunidad en las cafeterías vienesas en el 1700. Se hacía como café con crema y azúcar o café con crema, especias y azúcar. Para esta edición se utilizaba crema batida. Esta clase de café, cuando se hacía en otros sitios, fuera de Viena se denominaba “Café Vienés” o “Café Viennois”. Su nombre, además capuchino, procede de los frailes capuchinos, en referencia al color de sus hábitos.
El capuchino (cappuccino) nació por primera vez en el norte de Italia en los años 30. Al inicio se hacía al estilo “vienés”, con una crema batida que se espolvoreaba con canela o chocolate. La variante de leche al vapor nació después. Las verdaderas máquinas de espresso se generalizaron sólo en los años 50 y la gente comenzó a preparar capuchino con espresso en vez de con café habitual. De esta forma, el capuchino popularizó a nivel mundial desde ese instante. “Kapuziner” aún existe sin cambios en el menú de café austriaco.
Origen y preparación del café capuchino
Un café capuchino contiene expreso, vapor y espuma de leche a partes iguales. La taza de un capuchino es más pequeña que la taza del café latte, generalmente de 150 a 180 ml. El tamaño de la taza es muy importante para conseguir el equilibrio perfecto entre el sabor del expreso y la cantidad exacta de leche.
El cappuccino se originó en Italia y se basa en la estructura y en la división uniforme de todos los elementos en tercios iguales. Es una mezcla de espresso, leche vaporizada y espuma. Para hacer un cappuccino en casa, necesitarás 2 cucharaditas colmadas de tu café soluble NESCAFÉ favorito, agua calentada a 80 ºC, leche que prefieras y azúcar al gusto (opcional). Puedes seguir los siguientes pasos para preparar tu cappuccino en casa:
- Calienta el agua a 80 ºC. No hace falta calentar el agua hasta que hierva; se consume más energía de la necesaria y calienta demasiado el agua. 80 ºC es la temperatura ideal para la taza de café soluble perfecta.
- Añade 2 cucharaditas colmadas de tu café soluble NESCAFÉ favorito en una taza y añade azúcar al gusto. Cuando el agua esté caliente, vierte 2 cucharadas de agua sobre el café soluble y remueve hasta que los gránulos se hayan disuelto del todo.
- Ahora es el momento de echarle la famosa espuma de leche por encima. Calienta ligeramente la leche en un cazo o en el microondas y espúmala con cuidado utilizando un batidor de varillas, un batidor eléctrico o un espumador de leche.
Cappuccino vs. latte: ¿cuál es la diferencia?
El latte es una bebida italiana similar al café con leche, pero no se trata de la misma bebida. El latte se prepara con un tercio de café espresso y dos tercios de leche caliente. Además, lleva un poco de espuma de leche encima. Se sirve en una taza alta.
Por otro lado, el cappuccino también tiene una base de espresso (25 ml), pero se le añade leche caliente montada en vapor para darle textura y volumen (125 ml) y espuma de leche (entre 3 y 5 cms). Se sirve en una taza más alta que la del latte, en muchos casos en tazas de vidrio altas.
En cuanto a la mezcla, en un latte realmente no se aspira a que se note la separación entre las capas. De hecho, estas deben mezclarse, dando lugar a un color uniforme. En cambio, las capas del espresso, la leche caliente y la espuma no deben mezclarse en el cappuccino. Por el contrario, debe marcarse bien la diferencia entre ambas.
En cuanto al sabor, el latte es ligero y suave, mientras que el cappuccino tiene un sabor más fuerte y más concentrado debido a la proporción de espresso.
Cómo hacer un cappuccino en casa: receta fácil y rápida
Para hacer un cappuccino en casa, necesitarás preparar un expreso, espumar la leche y preparar el capuchino (café capuchino) que tradicionalmente tiene más espuma que un café con leche. Puedes preparar el expreso en una cafetera moca, una cafetera AeroPress o una cafetera expreso. Luego prepara espuma de leche con un batidor de leche. O puedes calentar la leche y espumarla por separado. Vierte la leche caliente cuidadosamente en el expreso, de tal manera que la espuma cremosa termine en la parte superior. ¡Disfruta tu capuchino preparado a mano!
Beneficios del cappuccino para la salud
El cappuccino puede tener algunos beneficios para la salud. Según la Mayo Clinic, el café puede ofrecer alguna protección contra enfermedades como la enfermedad de Parkinson, la diabetes tipo 2, la enfermedad hepática, incluido el cáncer de hígado, y el ataque al corazón y accidente cerebrovascular. Además, según CafeXpresso, el cappuccino también puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, la enfermedad de Alzheimer y el cáncer de hígado.
El café es una bebida popular en todo el mundo y se consume en grandes cantidades. Según la Mayo Clinic, la cafeína en el café puede mejorar el estado de alerta, la concentración y el estado de ánimo1. Además, el café también puede ayudar a reducir la fatiga y mejorar el rendimiento físico3.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el café también tiene algunos riesgos potenciales. El alto contenido de cafeína en el café puede aumentar temporalmente la presión arterial y causar insomnio, nerviosismo y acidez estomacal1. Además, el café puede interactuar con algunos medicamentos y puede no ser adecuado para personas con ciertas afecciones médicas1.
En resumen, el cappuccino (café capuchino) puede tener algunos beneficios para la salud, como la protección contra enfermedades crónicas y la mejora del estado de ánimo. Sin embargo, es importante consumirlo con moderación y tener en cuenta los riesgos potenciales.
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